domingo, 24 de febrero de 2013

¿Vampiros humanos que vuelan, cómo?



El mito reiterado de vampiros humanos que vuelan es persistente. Hace muchos años la apuesta cinematográfica era por la zoomorfización, es decir, que adoptaban forma de animales. En aquellas ingenuas películas mexicanas en blanco y negro, usaban chorros de humo y murciélagos de plástico que se suponía eran el humano-vampiro que podía escabullirse a puntos inaccesibles a un cuerpo convencional. También, más adelante, vemos que Drácula pudo convertirse en lobo. Vampiros más contemporáneos usan vehículos para su levitación o vuelan por una capacidad excepcional, pero como sabemos el cuerpo humano no está hecho para eso. Se argumenta que es un muerto-vivo, una especie de espectro, pero entonces ¿cómo se supone que puede cambiar su estado de materia para permitirle ser concreto y etéreo? En Expediente Is34:14 he intentado reelaborar el mito.

¿Imaginas sobrevolar la ciudad de Guadalajara por la noche? Esta es una toma de @CapQuiqueMedina, maravillosa. Seguramente esto vería el hematófago durante su vuelo...
  

Si ya leíste Expediente Is34:14, ¿qué opinas? ¿Cómo es posible que los hematófagos desafíen la gravedad y que no corrompan las leyes propias de la naturaleza? En este libro, el hematófago es capaz de sobrevolar la barranca de Huentitán, ¿imaginas su sensación al deslizarse sobre esas insólitas depresiones? Aquí una toma de un personaje enigmático en vuelo.




1 comentario:

  1. Primero Horacio y ahora Is34.14 ¿qué tiene la barranca de Huentitán que tanto gusta a los no-muertos?

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